El día amaneció encapotado y con una fina pero molesta lluvia que nos llevó a enfundarnos el traje de agua, hoy tocaba Mont. St. Michel, y allá que nos fuimos pero antes tocaba encontrar una gasolinera, pasaban los kilómetros y ningún cartel y el único que apareció nos llevo a ningún sitio, de nuevo nos encomendamos al GPS, busca chico busca, y buscó, vamos buscó la gasolinera más cara y la más alejada de la carretera, llegamos por los pelos y el litro lo pagamos a 1,94€ y para mas inri, el paisano va mira la matricula y pregunta “¿Español?”, sí le contestamos, “ahh, Barcelona”, error amigo mío, Madrid, después de ver mi cara decidió guardase los comentarios para una mejor ocasión.
El factor sorpresa de llegar a primera hora se había esfumado, por lo que nos encomendamos a la suerte y a la espera de comernos unas colas de campeonato, ya desde la autovía se podía divisar entre la niebla la silueta tantas veces vista en fotos y documentales, la verdad que esto promete y el tiempo comenzaba a calmarse, dejó de llover, acercarse es toda una experiencia, poco a poco la roca se va mostrando cada vez más clara, y ahora llega la novedad sobre lo que habíamos leído. Se ha creado un mega-parking a las afueras de lo que antes era el parking principal que ya no existe, fijaros bien en las señales ya que en la primera rotonda o desvío deberéis girar a la derecha, el acceso a ese parking está reservado a Autobuses y a los hoteles que hay dentro de M.S.M, cuando lleguéis a la segunda rotonda que os lleva a vuestro parking y si está un poco atascada, colaros, porque el parking de motos está al final del todo, el que ordena el tráfico ya os lo indicará, recogéis el ticket y listo, ya podéis tener una primera imagen perfecta de lo que vais a ver. Aquí os dejo un PDF en el que se ven los nuevos accesos, tarifas y el parking para motos: info
Mientras nos dejábamos las cosas en las maletas vinieron los vecinos de la Adventure junto a la que habíamos aparcado, unos valencianos que la verdad nos lo pusieron todo muy negro, nos avisaron de ordas de Japoneses, de horas para coger el autobús lanzadera que llevaría al M.S.M, tienes la alternativa de caminar 40′, de horas para entrar a la abadía, vamos que ya pensábamos que aquello sería el caos del viaje, pero la verdad es que, tomamos el autobús lanzadera a la primera, las ordas las debían de haber eliminado, y en 20′ de cola estábamos visitando la Abadía, ¿suerte? la verdad es que no lo se igual no merece la pena estar a las 09:00, nosotros llegamos pasadas las 10 y no tuvimos ningún problema.
Resumiendo, ahora hay unos autobuses gratuitos que te llevan y te traen hasta el M.S.M. , la marea estaba baja y pudimos comprobar que se está construyendo una pasarela apoyada sobre pilares, no como la actual carretera que divide el acceso en dos, que será lo que conduzca al M.S.M en un futuro. Esta pasarela permitirá que al subir la marea el agua quede debajo haciendo que el flujo natural de la marea no se vea interrumpido en dos por la carretera. Aquí os dejo otro documento sobre las obras que se están llevando a cabo: info
“El obispo de Avranches, Aubert, habría fundado un santuario en 708 en el Mont-Tombe, después de 3 apariciones sucesivas del arcángel San Miguel. Tras consagrar el santuario en 709, la iglesia no dejo de atraer curiosos y peregrinos del mundo entero. El Mont-Saint-Michel tiene la peculiaridad de haber sido edificado sobre un islote rocoso donde podrás descubrir numerosas joyas arquitectónicas: Iglesia pre-románica, iglesia abacial de los siglos Xl y XV, edificios convencionales románicos y góticos. Transformada en cárcel desde la Revolución francesa hasta el Segundo Imperio, la abadía está gestionada, desde 1874, por el departamento de los Monumentos Históricos. Desde 1969, una comunidad monástica asegura también una presencia espiritual permanente. Conocido como la « Maravilla del occidente », el Mont-Saint-Michel está rodeado de una magnífica bahía, teatro de las más grandes mareas de Europa. Un espectáculo increíble. Situado entre la Punta bretona de Grouin (Cancale) y la Punta normanda de Champeaux (hacia Granville), la Bahía del Mont-Saint-Michel está también inscrita en la UNESCO en la lista de los lugares considerados Patrimonio Mundial Cultural y Natural. ” – http://www.normandie-tourisme.fr/
La visita al MSM mejora por momentos, después de elegir el camino, rápido, y digo rápido porque era el de las escaleras ascendimos por varias terrazas que dejaban ver los paisajes de alrededor, sin darnos cuenta llegamos a la entrada de la Abadía, y decidimos hacer cola, total no perdíamos nada. Para que os hagáis una idea desde las escaleras de entrada hasta las taquillas pasaron aproximadamente 20 minutos. Nada más comenzar un mirador nos muestra el lado oeste de la bahía, que era la vista que teníamos desde la autopista, poco a poco fuimos descubriendo las numerosas salas construidas en diferentes fases junto con sus usos. Impresionantes la chimeneas y la rueda para subir la carga. Las vistas sobre la bahía son espectaculares, una marea que se retira unos 15km no se ve todos los días.
Después un breve descenso por la calle principal llena de restaurantes y tiendas de regalos ya estábamos fuera, en menos de 3 horas lo habíamos visto.
Nuestro destino rodea la bahía dirección Cancale (Kankaven), es la Ruta de la bahía, MSM se vislumbra desde diferentes puntos, inmóvil entre la bruma. Una lluvia intermitente nos acompañó todo el camino. Cancale es un pueblecito de pescadores con innumerables restaurantes cuya especialidad son las ostras planas. Aquí se puede apreciar perfectamente el efecto de la marea, no todos los días se puede pasear por el fondo de un puerto, en este caso el puerto de la Houle, con coches en el fondo y barcos varados.
https://www.flickr.com/photos/97181401@N04/12879130604/in/photostream/
Continuamos hacia la punta de la bahía, el cabo Grouin desde el que se tiene una completa panorámica del lugar incluida la isla de Landes, reserva ornitológica que alberga numerosas especies. Desde aquí serpenteamos hacia Saint Malo (Sant-Maloù), ciudad amurallada totalmente destruida en la II Guerra Mundial, como nota triste la de ser la primera acción con Napalm de la historia.
____hablar sobre su muralla____ .El recinto interior de la muralla es enorme y las vistas sobre la bahía espectaculares pero agobia un poco al principio la cantidad de gente que te encuentras en las calles, aunque posteriormente baja la presión. Destacar que cerca de la ciudad hay dos islotes que cuando la marea está baja se puede llegar andando, en uno de ellos se haya el Fort Petit Bé, al otro lado de la muralla el Fort National. Una vez degustado un Gofre de Nutella y dado un paseo por la muralla nos encaminamos a nuestro siguiente destino, Dinard (Dinarzh).
Dinard se encuentra frente a Saint Malo, comunicado a través del punte sobre la central maremotriz de Rance que de nuevo mantiene el nivel del agua hacia el interior cuando baja la marea llegamos sin rumbo fijo. Aunque está cerca nos encontramos con mucho tráfico, eran cerca de las 18:00 y se notaba la hora punta de salida del trabajo o que simplemente era verano. Las casa sobre la playa y los acantilados en Dinard son espectaculares, estuvimos paseando un rato para ver la fortaleza de St. Malo desde este lado.
Ya era muy tarde y decidimos abortar el ver las piedras rosadas y deshacer nuestros pasos hacia Cancale para ver los efectos de la marea en lo que antes era un puerto vacío de agua, y allá que fuimos y mereció la pena, en donde antes había barcos, coches y paseos sobre en el fondo del puerto ahora había agua, impresionante el flujo de la marea, merece la pena ver el antes y el después.
Dudamos si quedarnos a cenar, pero la lluvia que comenzaba a caer nos hizo dirigirnos hacia el camping. Cenamos en el restaurante que hay a la entrada, el Le Cochon Grillé y la verdad he de decir que bastante bien, una ducha y a dormir, mañana tocaba desplazamiento para ver el grueso del desembarco, toca Normandía.