El despertador suena a la 08:00, hoy es uno de esos días que no importa que suene, ya me entendéis, lo primero es lo primero,  abrir la ventana para ver el tiempo, aunque desde mi habitación tengo poco ángulo solo acierto a ver alguna nubes bajas pero al menos no llueve. Ducha y a desayunar, el día promete, parece que se está despejando y las pocas nubes que se ven son las que están atrapadas entre las escarpadas paredes que escoltan la carretera.

A las 09:00 me pongo en marcha, a la derecha por la AS-261 dirección San Juan de Beleno, y pronto el PN de Ponga comienza a mostrarse impresionante, tanto en vegetación, vistas, fauna, aromas, sonidos y un sin fin de sensaciones.

Pronto llego a San Juan de Beleño, en el cual hay un centro de interpretación si queréis conocer más en profundidad la zona, aquí me desvío por la PO-2 hacia Viego, la carretera se retuerce ascendiendo hacia el otro valle, la vegetación a veces muy frondosa crea increíbles juegos de luz sobre el asfalto salpicado de piedras, heces de animales, barro, etc. Pronto me veo descendiendo hacia Viego y llegando al cruce con la N-625 y el río Sella. Justo en el cruce y desde el puente Vidosa podemos observar la cascada de ____________ , un camino que bordea el Hotel del mismo nombre nos lleva a tener una imagen más cercana de la misma. Si damos la espalda a la cascada podemos entrever el pequeño pueblo de San Ignacio, ejemplo de la integración del hombre con la naturaleza.

Continúo por la N-625 dirección la provincia de León, el río Sella me escolta un buen rato.  La N-625 sirve de frontera artificial entre el P.N. de redes del que vengo y el P.N. de los Picos de Europa al que nos dirigimos. Poco a poco ascendemos hacia el Puerto del Pontón, no sin antes hacer una parada en la Fuente del Infierno y observar el panorama. Coronado el puerto desciendo hasta tomar el desvío que nos llevará al puerto de Panderrueda y a el mirador de Piedrashitas, en el camino un cervatillo suicida se tira delante de la moto haciendo que casi me lo coma, creo que los venados de esta zona tienen instintos suicidas, unos años atrás uno bastante más grande casi aterriza en el capó del coche. Llego al mirado de Piedrashitas, el cual nos depara unas vistas impresionantes, me hace acordar a algunas zonas de los Alpes, nada que envidiar por supuesto, aquí la comida es mejor.

Desciendo hacia Posada de Valdeón, despacio y sin prisas, las vistas lo merecen, una vez en el pueblo me dirijo hacia Caín, inicio o final de la ruta del río Cares, altamente recomendable su realización. La carretera es espectacular, buen firme aunque estrecha nos empuja hacia Caín, sorteando algunos de fuerte desnivel, llego al  fin del camino rodado, decido para a tomar un aperitivo, queso con ________ y reponer fuerzas. Caín es un pequeño pueblo que actualmente vive del turismo, podemos encontrar numerosos restaurantes y tiendas de regalos a disposición del turista.

No son más de las 12:00 de la mañana y tanto la ruta como el día son perfectos para montar en moto, un día de suerte. Con el estómago contento retomo de nuevo el camino hacia Posada de Valdeón haciendo un alto en el mirador del Tombo . Llegado de nuevo a Posada de Valdeón salgo por la LE-2703 dirección Portilla de la Reina. La carretera aquí es espectacular, relajarse y disfrutar de la conducción y del paisaje.

Pasado Portilla de la Reina giramos a la izquierda dirección Pto. de San Glorio a través de la N-621, si el anterior tramo era divertido, este los vais a disfrutar el doble, la curvas se enlazan unas con otras sin parar y lentamente ascendemos el último tramo que corona en el Puerto de San Glorio, paso entre comunidades , dejamos Castilla y León y ¡Alto!, a vuestra izquierda sale un camino, el del collado de Liesba, 2 kilómetros que os conducirán a ver unas vistas privilegiadas, al terminar el camino podremos observar los Picos de Europa en todo su esplendor, y si tuviéramos unos prismáticos seguro que el mirador de Fuente De, mi próximo destino. Unos metros en la ladera de la montaña hay una estatua de un oso ____________. Volvemos sobre nuestros pasos para descender el puerto dirección Potes no sin antes para en el Mirador de _______ para hacer la correspondiente foto y deshacerme del chaleco de la cazadora, la temperatura ha ido subiendo y según desciendo se hace más pesada.

Llego a Potes y giro a la Izquierda para tomar la CA-185 que me llevará a Fuente Dé. La carretera es muy divertida para hacerla en velocidad pero los autobuses de turistas, aunque es cierto que no hay muchos por ser la época del año en la que nos encontramos, rompen el ritmo. Llego a Fuente Dé y me encamino al funicular que me llevará al mirador, no hay cola y subo solo con el operario. En unos minutos estoy en la cima. Espectacular como siempre, las vistas invitan a descansar un rato, sentarse y admirar la montañas. Hace un rato estábamos justo al otro lado, en el mirador del Collado de Liesba mirando en esta dirección, ¿curioso no?. No hace frío, apenas corre el aire, son las 4 de la tarde y me quedaría un buen rato más, pero hay que continuar. El descenso no es tan solitario, un grupo de Franceses y un par de esquiadores de fondo me acompañan, me cuentan que ha sido un año raro en cuanto al tiempo, ha nevado mucho pero también ha hecho muy mal tiempo, y ésta es la última salida de la temporada. El grupo de Franceses comienza a cantar en cuanto el funicular se mueve, hilo musical gratuito en el descenso.

Retomo la carretera dirección Potes, pero antes un desvío por la CA-885  para ir al monasterio de Santo Toribio de Liébana. Cuenta la historia que un pedazo de la cruz de cristo se guarda aquí, la última vez que estuve pude verlo pero hoy está cerrado.

Hago una parada técnica en Potes para comprar algo de beber antes de continuar rumbo al Desfiladero de la Hermida con Intención de parar en la Iglesia de Santa María de Lebeña, aunque por evitar que un coche me lleve puesto me salto el desvío y decido continuar. El desfiladero de la Hermida es la descripción perfecta del entorno Cantabro-Asturiano, salvaje y bello a partes iguales. Llegamos hasta  Panes y abandonamos la N-621 para tomar la AS-114, otra maravilla de carretera, muy rápida, escoltados en todo momento por el río Cares. Unos 200 metros acabado Póo encontraremos un parking a nuestra izquierda en el que si hay suerte y el tiempo lo permite podremos admirar el Naranjo de Bulnes en todo su esplendor, hoy he tenido suerte, a la tercera va la vencida y puedo verlo al atardecer, ¡impresionante!.

Ahora la carretera asciende hasta dar con una rotonda, seguimos por la AS-114 hasta que llegamos al desvío que nos conducirá a los lago, mítica subida de la Vuelta Ciclista España, y con numerosos ciclistas e innumerables conductores que se creen con derecho a ocupar todo el ancho de la calzada, la ascensión se tensa por momentos, los sustos en algunas curvas cerradas son constantes, nunca es agradable encontrarte un coche que se abre demasiado e invade tu carril, incluso un par de veces tengo que parar porque no hay espacio físico para que pasemos los 2 , me desfogo a gusto dentro del casco y me acuerdo de toda su familia y las que están por venir. Hay numerosos rebaños de cabras salpicados aquí y allá y sus correspondientes rediles de piedra a los cuales se dirigen diligentemente acompañadas por el pastor. Carretera, cabra y moto, mezcla peligrosa sino eres consciente de la prioridad, primero la cabra, y luego la moto que se busque la vida para esquivarla, cabezonería natural en estado puro.

El primer lago en mostrarse es el Enol, desciendo y giro a la izquierda para ascender y buscar el aparcamiento del lago Ercina, hay poca gente, no hay viento, algunas nubes altas filtran la luz, en definitiva, hay paz en un lugar en donde el bullicio es nota predominante. No me quedo mucho, me dispongo a descender no sin antes parae en el mirador de la reina, el paisaje sigue siendo impresionante en todas sus vertientes. Siguen subiendo ciclistas, y en poco tiempo estoy en el llano dirigiendome a Cangas de Onís para repostar, la subida se ha llevado lo suyo del depósito, entro en la gasolinera con 8km de rango. Hoy ha sido un gran día, una gran ruta, saboreo los últimos kilómetros hasta el hotel pensando en una buena cerveza y en una ducha reparadora. Cena, equipaje, y a dormir.

Mañana retorno a la realidad, vuelta a Casa.