Hoy he decidido perderme, al GPS ni caso, solamente para cuando quiera encontrarme. Salgo de cáceres y evito la Autopista a Trujillo, en su lugar me desvío por la antigua N-521 y en una de las rotondas salgo dirección  Santa Marta de Magasca, entramos de lleno entre cortijos, buitres, ganado porcino y una sorpresa detrás de cada curva, agradable por supuesto.

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La carretera poco a poco se va retorciendo hasta llegar a cruzar el río Tamuja, seguimos ahora en ascenso hacia Santa Marta de Magasca la cual rodeamos por su izquierda, la carretera se vuelve mas amable y nos permite disfrutar del paisaje Extremeño, cruzamos ahora el río Magasca y seguimos contemplando fincas a izquierda y derecha dedicadas en gran medida a la cría de ganado.

Un cruce nos detiene y nos invita a ir o bien a Trujillo a 23 km o bien a Monroy a 23km también , curioso ¿no? y como hoy se trata de perdernos pues a la izquierda, hacia Monroy que nos dirigimos, un cartel nos indica que tengamos Prudencia por el camino en el que nos adentramos. El paisaje ha cambiado, apenas unos cuanto árboles salpican el paisaje aquí y allá, la carretera es estrecha y el firme aunque roto en algunos tramos no inspira inseguridad en la conducción, circulo por la CCv-128, numerosas pistas de tierra inician su camino a los pies de la carretera, me siento tentado de tomar alguno, pero hoy no será el día.


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Los kilómetros se suceden sin grandes cambios salvo por una señal de aeródromo, ¿aquí?, ¿en medio de la nada?, pues si, la verdad es que tenía pinta de estar hace tiempo abandonado, no hay torre de control ni nada que se le parezca, simplemente una pista de tierra, la señal y obstáculos para evitar que cualquier cosa aterrice.

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Después de la sorpresa continúo camino dirección Monroy, cruzando sobre el río Almonte, encajonado camino del Embalse de José María de Oriol. Llegamos a Monroy y como ando perdido no hago mucho por buscarme, atravieso el pueblo y salgo por la Avd. Constitución que desemboca en la CCV-109, un enorme cartel anuncia que la carretera está en obras gracias a los fondos Europeos, aunque debe de ser por la crisis que solo dio para un par de kilómetros porque el resto me lo pasé de pie en la moto esquivando los numeroso agujeros que no baches que salpicaban la carretera, no apto para motos deportivas. El paisaje vuelve a convertirse en el de la dehesa Extremeña, numerosas encinas, alcornoques y olivos salpican el paisaje, dejo algunas explotaciones agrícolas a ambos lados y llego hasta el cruce con la EX-208 y continúo por la CCV-109, que afortunadamente ha cambiado su fisonomía y se convierte en una carretera de doble sentido con asfalto perfecto y grandes rectas que me llevan hasta Jaraicejo y de aquí ya encontrado, pongo rumbo a Madrid por la A-5.

Mapa de la ruta: