Los de Bayeaux que venían de juerga, un mosquito kamikaze resistente a las pastillas, dormir en una cama que no es la tuya, etc vamos que dormir lo que se dice dormir mucho no dormimos y hoy nos espera una etapa de las buenas.
Montamos el equipaje y a las 08:00 estábamos arrancando de nuevo dirección a la autopista. El día se había amanecido con niebla, suficiente para que estuviera fresco aunque poco a poco iba a levantar.
Nuestro primer objetivo era encontrar una gasolinera, repostar y desayunar. Lo primero conseguido, lo segundo debimos dar con la peor gasolinera de toda Francia, no digo más. Lo más destacable, una furgoneta con 4 paisanos destruidos de las fiestas de la noche anterior que conducía una sacrificada chica mientras los borrachos dormitaban en su interior.
Después de la parada encaramos de nuevo la autopista resignados a pasar muchas horas sobre la moto y esperando que el calor y sobre todo atravesar París nos respetase. Como era de esperar la niebla levantó y la temperatura comenzó a subir, los kilómetros se sucedían, al igual que los paisajes, dejamos atrás los pinares de Las Landas cambiándolos por tierras de cultivos, maizales y trigales se sucedían sin descanso, al igual que nuestras paradas para reponer líquidos.
Coches, caravanas, auto caravanas, y seguimos camino de París, con tiempo para pensar recordé que mañana termina el Tour de Francia, esperemos que no nos afecten los preparativos del final de la ronda gala.
Justo antes del peaje de entrada a París observamos que en el sentido contrario hay un accidente, parece grave, hay un helicóptero médicalizado en la carretera pero con los rotores parados, el tráfico se ralentiza en nuestro sentido y podemos observar la escena, hay un coche al que le ha arrancado el techo para sacar a sus ocupantes, 3 personas sostienen unas sábanas para no mostrar lo que presumiblemente se encuentra en el suelo, sus caras son un poema y todo el mundo está muy quieto. Nunca es agradable ver una escena así.
Paramos a repostar y estirar las piernas, intentaremos hacer el resto del camino hasta Valenciannes del tirón.
A los pocos kilómetros el primer atasco, de cuatro carriles pasamos a dos y lógico el follón. Espero pacientemente si pasa algún autóctono en moto y ver que hace y seguirle, no se hace esperar, por el retrovisor veo acercarse dos Kawas con maletas, perfecto, éstas abrirán hueco. Las dejo pasar y me dispongo a seguirlas, algunos coches se abren para dejar paso a los cuales responden con saludos, parece que el Parisino tiene corazón al fin y al cabo. Salimos de un atasco y al momento nos metemos en otro, vamos enlazando anillos de circunvalación al mismo ritmo que los atascos, hora y cuarto después comenzábamos a ver la salida, el Parque de atracciones de Asterix nos indica que vamos en el buen camino.
A las 20:30 llegábamos al hotel Campanille de Valenciennes. Hemos ido eligiendo los hoteles en el camino de la ruta para no alejarnos mucho y ganar tiempo, por ahora nos está saliendo bien la jugada. Nos hacemos entender con el recepcionista que sólo habla francés para que nos diga la hora a que cierran el comedor, tocaba darse prisa, el cocinero se va a las 21:30.
Una habitación correcta, una cena normalita, el precio de la cerveza prohibitivo, nos lleva a dar con nuestros cansados huesos en la cama.
La etapa maratoniana del viaje ha sido superada con éxito y sin grandes contratiempos, mañana será otro día, mañana toca atravesar dos fronteras de una tacada.