Son las 14:45 y encaramos la calle Serrano, giramos a la izquierda, primera no, segunda tampoco, tercera a la izquierda y cogemos el túnel de María de Molina que nos saca a la M30. Vamos en hora, la salida de Madrid es como se espera siempre a estas horas en verano, retenciones en el nudo de Manoteras y en la zona del Jarama. Seguimos a buen ritmo adaptándonos a los interfonos, a las inercias de la moto con la carga y al calor, que no aprieta pero siempre amenaza. Pasado Aranda de Duero hacemos nuestra primera parada técnica, reponer algo de líquidos y ajustar los interfonos que tienen su particular guerra con las orejas. Dejando atrás los viñedos y bodegas, pasado Burgos tomamos la AP-1 que nos acerca al norte, cambiando poco a poco el paisaje, de llanuras y colinas a montañas y valles. Saliendo de la AP-1 a la hora de pagar nos encontramos con una máquina de peaje inteligente, si bien en otros peajes hay 2 alturas para coches y camiones, en éste era la propia máquina la que se regulaba en función de la altura o tipo del vehículo. Continuamos ya en Navarra para realizar nuestra segunda parada, poner gasolina, y de nuevo ajustar los interfonos que por ahora ganan la guerra contra nuestras orejas.

Tomamos la A1 dirección Irún, el paisaje comienza a cambiar drásticamente, la carretera corre encajonada entre valles verdes de empinadas laderas de la que cuelgan caseríos y ganado. El pero a tan bucólico paisaje lo pone la cantidad de radares que salpican el tramo, que junto con las curvas hacen complicado disfrutar de tan espectacular entorno.

Y con todo esto y casi sin darnos cuenta, entramos en Francia y para darnos la bienvenida, pues el primer puesto de peaje.

Avanzamos remontando la autopista sí prisa pero si pausa, teníamos que estar antes de las 22:00 en el hotel para no tener problemas con el registro y con la cena, ya se sabe, que cruzas los Pirineos y comienza Europa y sus horarios.

Nos adentramos en la región de Las Landas, el olor a pino de los bosques nos envuelve y nos acompaña hasta Dax.

Son las 20:30 y llegamos al hotel. La ciudad está desierta, poca gente por las calles. Nuestra primera intención fue cenar en el hotel pero la cocina cerraba a las 21:00, ya sabes, Europa y sus horarios. Descartamos la opción y después de una ducha reparadora salimos con intención de buscar un lugar para cenar, habíamos visto algunos italianos en la calle que nos había traído hasta el hotel. No fuimos muy lejos, junto al hotel un italiano sencillo nos convenció y decidimos probar, con éxito por cierto, las pizzas de buen tamaño y riquísimas, el camarero encantador y hablaba español, perfecto para cerrar el círculo.

en 1932 la gente de Dax decidió crear su propia versión de los Sanfermines, por ello usan el mismo uniforme de camisola blanca y pañuelo rojo.

Nos llamo la atención la cantidad de jóvenes que se dirigía a la estación de tren vestidos de blanco y con un pañuelo rojo al cuello, vamos como los de Pamplona en San Fermín. El camarero nos explico que eran las fiestas de Bayona(1) y se dirigían a coger el tren para irse de juerga. La borrachera en algunos ya era más que evidente, por lo que la noche prometía.

Después de un amago de paseo decidimos irnos a la cama, mañana nos espera, una etapa maratoniana con más de 900km.

Gasolina: 36,35€ / Peajes: 2,19€ / Hotel: 47€

(1) Las Fiestas de Bayona comenzaron en 1932, cuando la gente local decidió crear su propia versión de los Sanfermines de Pamplona, famosos por sus encierros. Es por ello que el uniforme oficial de las fiestas es el mismo que en Pamplona y todo el mundo va de blanco y con un pañuelo rojo. Son el mayor festival de Francia, atrayendo a más de un millón de visitantes cada año. Comienzan el 23 de Julio hasta el 27 de Julio.

http://www.fetes.bayonne.fr/